20 de septiembre de 2011

Violencia es mentir

Hoy un conductor se agarra a piñas furiosamente con un peatón en cualquiera de nuestras principales avenidas; otro comerciante es totalmente agredido y herido; la policía tiene que intervenir porque en un “colegio bien” de un “barrio bien” una patota de “niños bien” golpea salvajemente a un compañero; vecinos de cualquier punto de nuestra ciudad, armados y con miedo, amenazan a dos menores presuntamente delincuentes, presuntamente consumidores; otra mujer muere victima de la violencia doméstica, había hecho ya 3 denuncias.
La gente común es violenta. La violencia no es más común de lo que la gente común piensa. ¿Será que la violencia es "propiedad exclusiva del deporte, de una barrabrava o de un sector socioeconómicamente sumergido y castigado" o será que la semilla de la violencia está latente desde siempre dentro de todos nosotros?


R.

14 de septiembre de 2011

Melodrama vulgar

Afuera hay un sol radiante de esos que da pena perderlos. Vos estás en tu habitación, viste entrar el sol por la ventana y corriste la cortina oscura con un gesto de fastidio. Te quedaste ahí.
Pasó un rato. El sol seguía brillando, lo sentías ahora más que antes. Vos seguías allí.
No querías nada. Ni salir, ni quedarte dentro de esas paredes, ni mirar una película, ni jugar en el balcón. Tampoco leer, ni escuchar música.
¿Qué querías?
Sentada en el piso frío. Tu “lugar en el mundo”. Llorabas. Tampoco querías eso, mucho menos querías reír.
Escuchabas todos los ruidos de la casa y los de afuera. Claro que no los querías oir, ¿por eso llorabas más?
El aire del pequeño cuarto era irrespirable. No te terminaba de molestar eso. Seguías llorando.
Sin entender el por qué, caían una tras otra las lágrimas. ¿Realmente inexplicables? Cada vez con más fuerza.
El sol aún era fuerte. Empezó a bajar y por un pequeño espacio que dejó tu cortina sin cubrir se coló e iluminó ese papelito que tenés pegado en la pared:
Llorarás con un ojo y con el otro te reirás.

Lloraste tres lágrimas más. Sonreíste. Ya no te importaba.

R.

6 de septiembre de 2011

Tres del nueve

Los oídos te zumban
El golpe en la espalda
quema
el canto atronador
es un grito
primitivo
el polvo se levanta y nos ahoga.
Saltamos sobre una tierra que arde
y aun así sentimos, sabemos.
Este infierno está encantador
esta noche.
P.